martes, 22 de enero de 2008

Ya soy concejal, ¿y ahora qué?

Sí señores, no había muerto, aquí estoy, de nuevo, de vuelta...
Creo que ha sido cosa de la música again, quiero decir, lo del regreso a las ondas. Ayer fui a un concierto impresionante (Elliott Murphy-con el guitarrista Olivier Durand), dos hombres, dos guitarras, un teatro pequeño, dos horas que se hicieron cortas... una pasada -os recomiendo, por ejemplo, Green River-. Y supongo que me he dicho, esto hay que contarlo. Una suerte de vuelta a la vida de Lázaro, un "levántate y escribe" o algo así.
Así que aquí estoy, con múltiples historias que he ido acumulando y que no podré contaros jamás porque no quiero marearos, que no es plan de contar en una entrada lo que he estado haciendo en un mes. No.
Lo primero es lo primero: Espero que tengan ustedes un gran gran 2008. Tiene pinta, a no ser que vivan en Zaragoza, donde la Expo amenaza todos y cada uno de los aspectos diarios, desde el precio de los pisos de alquiler al transporte (cosa de obras), desde la mera estética (Fluvi pírate) hasta el aburrimiento propio de la publicidad repetitiva. En fin. Y a qué viene esto???
He aquí el segundo punto, aunque no por ello menos importante: Me he independizado!!! O mejor, nos hemos independizado... Es decir, que el Eneko y yo andamos viviendo juntos desde hace dos días en la capital de mañolandia y... después de tres años ya era hora. Lo malo es que no me lo acabo de creer mucho, parece que estamos viviendo en casa de otros, de visita... Habrá que personalizar el piso ya!
Tercer punto (y he aquí que se explica la fotografía de arriba): vivimos al lado de la Plaza de Toros. Bares selectos donde los haya (la Tertulia taurina y similares) y mercadillo de antigüedades los domingos por la mañana. Un nuevo mundo de posibilidades, claro. Pero aunque esto es un epicentro de inmigración y los comercios de la zona tienen temática variada e internacional, echo de menos a mis judíos ortodoxos, mi piso de protección oficial londinense, a los amigos que se quedaron por aquellas tierras, la primavera inglesa que no me dio tiempo a vivir y todo lo que se pudo quedar en el tintero. Besos varios para todo y todos.
Cuarto punto: vuelta a Zaragoza significa también vuelta a la tesis, a la universidad, a la vida normal y a la vida adulta (si es que alguna vez había llegado...), lo que puede dar lugar a muchas historias, o a ninguna, habrá que ir viendo. Y también significa descubrir más (o redescubrir) una ciudad que siempre había visto un poco como de visita. Y conlleva, por ejemplo, acercarse a la Diputación Provincial de Zaragoza y encontrarse el cartel de un curso con el título de "Ya soy concejal, ¿y ahora qué?". Pregunta que, de encontrarnos en la costa mediterránea tendría fácil solución. Yo, que tengo un problema con esto de apuntarme a cosas varias, estoy por presentarme a las próximas municipales. Me siento un poco como cuando Conchita Velasco decía aquello de "Mamá quiero ser artista"... pero al revés. "Mamá quiero ser concejal". O algo así.