lunes, 6 de octubre de 2008

It's a new dawn, it's a new day, it's a new life...

De vuelta a casa.

Llegó el otoño y, con él, un nuevo curso escolar. Para aquellos que vivimos en un estado becario-investigador cercano al limbo y ligado inextricablemente a las rutinas y calendarios universitarios (aunque sin acabar de formar parte de ellos), este tiempo se convierte, se quiera o no, en inevitable punto de inflexión. Más allá de los buenos deseos de Año Nuevo, septiembre se erige como exponente de dudas, posibilidades, expectativas, resoluciones. A veces, decidir no es fácil, al contrario; pero en estos momentos en los que el "reseteo" personal resulta más o menos posible, hay que pararse un momento y pensar. Pensar qué se busca (o qué no), qué se es, fijar nuevas metas, hacer acopio de fuerzas y apoyos y tirar para adelante.

En eso estamos.
Nueva vida, viejo mundo, que dice la canción que he elegido. También dice: and I'm feeling good. Y creo que por eso está aquí, para ver si me convenzo, que a veces no me acaba de salir del todo bien. Poco a poco.

No escribía desde mayo. Meses interesantes, complejos, que no os voy a contar. Como primera toma de contacto considero que no está mal dejarlo aquí. Aunque amenazo con seguir.

PD: Como otras veces, la música ha hecho mucho por sacarme de mi letargo. Habrá que agradecer a Pearl Jam y al felizmente descubierto Micah P. Hinson (gracias entradas gratis al FIZ, gracias) su papel en todo esto. De hecho, más que la canción de Muse que os traigo (versión del temazo Feeling good, del que no puedo evitar recomendar también la versión de Nina Simone) los ánimos me pedían más presentar la canción de éste último You will find me, pero no hay vídeo en Youtube y, además, no quiero y no debo regodearme en la melancolía. Habrá que apostar por lo de sentirse bien. Os animo a ello. A que lo intentéis y a que me lo contéis, claro.