miércoles, 20 de febrero de 2008

A vueltas con las vueltas (y regresos varios)



Llevo casi dos meses diciendo que acabo de volver de Londres y más de un año respondiendo (cuando se me pregunta) que acabo de empezar la tesis. Así que he pensando que tocaba un post de reflexión sobre cuánto se tarda en volver a ponerse las pilas, en responder a los estímulos y, en definitiva, en aprovechar el tiempo. Y así, desde Zaragoza city, capital del ladrillo (véase el graffitissss), he iniciado sesudas elucubraciones y reflexiones filosóficas de todo tipo y sabor.

Pero luego he pensado que no, que ya eso me lo quedo para mí (aunque se admiten sugerencias) y ya me dedico directamente a saludaros, deciros que estoy muy bien, contenta y eso, que empiezo mañana a dar clases en la universidad (youhou!!!! aunque se trata de una asignatura de libre elección y el tema ni siquiera es el mío: Historia Contemporánea de las Mujeres en Occidente), que estoy haciendo un curso de guión que me obliga a pensar y eso me gusta, que ya me empiezo a sentir en casa en el piso de al lado de la plaza de toros y que en el plano sentimental el pobre Eneko me sigue aguantando estoicamente (y eso a pesar de largarme a un congreso a Granada cinco días -de zorreo, que diría el doctor Chanan- dejándolo solico en una ciudad nueva).

Después de este breve repaso que sirve de disculpas (siento haber tenido esto tan abandonado), paso a preguntaros qué tal vosotros. Sí, demos la vuelta a esto del blog y por un día, escribirme un comentario en el que habléis de vuestras últimas novedades/cotidianeidades/historias. La gracia es que la intimidad desaparecerá totalmente y que cientos de extraños (bueno, unos cuantos extraños, tampoco hay que exagerar) sabrán de repente de vuestras vidas. Lo mejor es que esto puede actuar en plan congreso: aburriéndoos si no os interesa el tema pero dándoos la posibilidad de entrar en contacto tal vez con alguien que hace algo, le ha pasado algo o busca algo similiar a lo que hacéis, habéis hecho o queréis hacer vosotros.
En cuanto a los regresos, después de Londres, Alagón y Granada, después del ocio, la familia, la Navidad, los amigos, la biblioteca, el cuartucho que nos sirve de despacho, las obras, el tráfico... he llegado a la conclusión de que no se trata de volver a ningún sitio ni recuperar nada, que la vida era eso, era todo, y que no hay que reengancharse, hay que seguir. Y ser feliz, ya de paso.


PD: Mil excusas para la minipandi erasmus. No pude ir a Madrid y me habría encantado estar de cachondeo con vosotros, recordar batallitas y vivir unas cuantas en esos dos-tres días para recordarlas la próxima vez. Espero que estéis bien, contentos. Besicooooossssssssss