martes, 27 de noviembre de 2007

De incendios externos e internos


Por fin, una foto de aquel incendio de hace poco más de una semana aquí en Londón, parecía que se acababa el mundo. ¿Ataque terrorista? ¿Tormenta del desierto? nooo, incendio en un almacén, por la zona de las infraestructuras de los Juegos Olímpicos de 2012, que no está demasiado lejos de mi casa. Y aunque no fue nada, uno se encuentra sin querer siendo testigo de algo que podría ser importante y no sabe muy bien qué hacer o qué pensar.Y nadie sabe nada. Aunque mi teoría de que la gente estaba muy tranquila y que si no los ánimos habrían estado más crispados resultó correcta.
Incendio accidental... uhhhhmmmmm, no sé yo.... En el lugar de los JJOO... Casualidad????? no lo creeeooooo. Vale, creo que he visto demasiadas pelis de Michael Moore...
Lo raro, de hecho, es que la gente estuviera tan tranquila, porque con la paranoia que tienen en esta ciudad/país con la seguridad... Cámaras por todas las partes, servicio de polícias voluntarios (sí amigo, para qué tomarte una cervecilla al salir del curro cuando puedes estar apatrullando londón bajo la lluvia armado de un walky-talky??), anuncios por todas partes pidiéndote que estés alerta ante cualquier cosa extraña y que a la mínima sospecha llames a la police (eso en mi pueblo tiene varios nombres y ninguno bonito) -y luego claro, que necesitan refuerzos de voluntarios, si sólo para coger el teléfono ya no darán abasto... En fin.
De hecho en mi primera visita a Londres en noviembre de 2004 (uyyy, parece que he venido cientos de veces), sí, en 2004, antes del atentado del metro, las cosas ya pintaban así. Sería la una de la mañana, algo parecido porque el metro acaba sobre las 12 y pico, y me echaron de la estación de Liverpool Street, no sé. En la plaza peatonal de la entrada, esperanso a Víctor (el sr. artista), amigo y anfitrión, rodeada de vagabundos y borrachines de distinto pelaje, un cartel gigante me dio la bienvenida: "Putocientas mujeres son violadas cada mes en Londres por subir a taxis ilegales. Compruebe siempre la licencia.... etc. etc." Qué alegría, qué alborozo (parafraseando a la albica y a los de la tómbola de fiestas), y yo aquí. Por Dios, que había estado en El Cairo (ufff, -leer con voz de pija gangosa-- uffff, soy tan internacional que me canso a veces de recordarlo...) y nos habían dicho que yendo solas chicas por la calle por el centro no corráimos el más mínimo peligro.
Y es como si estuvieran muy estresaos con ese tema. Si hasta en los anuncios de la tele cuando anuncian productos de limpieza para la cocina previenen contra las bacterias como si fueran una invasión de extraterrestres hostiles... En fin. Estoy por pedir a la central esa de seguridad y espionaje que tiene un pedazo de edificio al lado del río que me pase todas las imágenes que me han tomado desde que estoy aquí y me hago un book.
y yo hoy ni siquiera quería quejarme, si estoy muy contentica y muy a gusto y me va a dar pena irme pero es que..., ¿qué se puede esperar de un país que no tiene término para "sobremesa" ?
*(comentario extensible para Francia también, a no ser que alguien me corrija, en los dos casos, tras lo que debería arrepentirme públicamente).
No es por ser chovinista, que desde luego España no es ningún ejemplo a seguir, y mucho menos últimamente (con el cachondeo de manifestaciones e incidentes políticos) pero desde luego, se puede vivir mejor. Porque donde esté una buena sobremesa...
De todas formas yo no quería hablar de cafeses ni de bayles (y su ausencia) ni de incendios ni de seguridad. Sólo quería comentaros que sigo bien, que sigo viva, que soy una vaga que no actualiza nunca el blocccsss y luego se empacha de escribir y que me perdonéis. Para compensar os pongo el link con una exposición sobre el sexo en el arte en la que estuve hace unos días, exposición así un poco guarreta (como diría el Tim Burton chanante, hay que saber combinar lo que es ser un guarrete con ser especial...) que daba mucho juego, y aquí me copiaré de mi webmaster "er migue" para decir que allí había un poco de todo: esculturas griegas, relieves romanos, cuadros renancentistas, ilustraciones japonesas con miembros descomunales y mucho pelo por todas partes (qué tendría que decir Freud de esto...??!), obras de Picasso, de Duchamp, de Warhol, fotomontajes, diapositivas, una tía sentada leyendo con las piernas cruzadas y desnuda, tíos también despelotaos tiraos por el suelo... y todo con el sexo como hilo conductor, es decir, el erotismo o mejor el follisqueo que diría el doctor Martín (no el de Médico de Familia, sino el de Miguel Esteban, provincia de Toledo, y sí, existe un pueblo con un nombre tan ridículo, no es inventado).
Total que yo no sé cómo la cosa no acabó en orgía pública, porque la cosa era incitante, cuando no incitadora. Supongo que porque después de los primeros impulsos fisiólogicos inevitables (incluso había un espacio sólo con sonido -susurros, murmullos, suspiros, palabras entrecortadas, jadeos,) a todo se acostumbra uno y casi saturaba. Y supongo que también porque al menos a mí la imagen que me quedó fue la del triunfo del amor, no sé porqué. Supongo que porque una de las proyecciones era de parejas con sida en su intimidad, en sus casas, con sus hijos, y emanaba una ternura... Serán los hormonas, será que soy una sentimental, será el poder de una canción... (parezco Amaral, pero es que es cierto, es que había una canción de Bjiork de fondo que ponía los pelos de punta) pero ésa fue la impresión final. Y eso que como tarjeta de visita tenían condones personalizados de la expo..
Venga vale ya. Que londón está bien para un rato y no quiero marearos más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que una exposición sobre el erotismo, ¿eh? como te gusta el barro...guarrilla.

Luis Ortego dijo...

Um... un incendio en una fábrica de cámaras de seguridad, una manifestación de voluntarios públicos con walkie en una exposición sobre Warhol, Tim Burton en pelotas leyendo un libro escrito en las nalgas de Bjork... Si que es cosmopolita Londres si...

Eso sí, donde este un buen carajillo de Bayles...

Abrazos

Luis

Anónimo dijo...

A mí, lo que más me acojonó al llegar a manchester, fue un cartel gigante que decía: FLU KILLS
Casi me vuelvo nadando pa casa.
En fins